jueves, 13 de enero de 2011
EN GUARDIA
Alguien me dijo hace tiempo, a modo de advertencia amable o de generoso consejo, que el adulado siempre es víctima del adulador. Es una verdad tan obvia que no necesita más verificación que la que anida en el sentido común, y quizás por eso procuro susurrármela a mí mismo tan a menudo, ora como defensa frente a los malos espíritus que acechan, ora para sanear regularmente esa zona intimísima que propende a envanecerse con cualquier excusa. No adula quien quiere, sino quien capta en el otro la vulnerabilidad propiciatoria de esa intimísima zona, esto es, quien acierta a descifrar nuestra condición de víctimas. Hemos de vivir alerta, siempre en guardia, para no ceder al cosquilleo envanecido de la adulación.
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1 comentario:
EL RAPOSO Y EL CUERVO
Un cuervo sostenía un queso en el pico. Un zorro notó el olor, y se dirigió al cuervo: ¿Qué veo?, le dijo con aire sorprendido, me habían dicho que vuestras plumas eran negras, pero veo ahora que ni las de un cisne son más blancas. Por favor, señor cuervo, permitidme que os contemple a mis anchas. Os encuentro tan hermoso que no me canso de admiraros. Y añadió: Pero estoy convencido de que la belleza no es vuestra única perfección. La naturaleza, que se ha complacido en haceros la más hermosa de las aves, seguro que también os ha dado una voz divina. El cuervo, encantado ante aquellos elogios, quiso demostrarle al raposo que no se engañaba, y abrió el pico para cantar. Pero, al abrirlo, se le cayó el queso, y el zorro, cogiéndolo, se fue y dejó al cuervo con las ganas.
Esopo.
Querido Pedro, no es nada nuevo este cantar. Sin embargo, ¿por qué activamos tantos escudos ante las "caricias positivas" -así llamadas en psicología-? A veces, no se trata de ser precavido contra la adulación, sino de saber distinguir muy bien quién permites que te adule. Adular, etimológicamente, vine de "adulterar": la persona a la que se adula modifica su ego. Sin embargo, si quien conmigo está me dice lo guapa que estoy o lo bien que ha resultado un heptasílabo salido de la pluma, ¿por qué no aceptarlo? ¿Debemos ponernos en guardia siempre ante todos?
Desde mi guardia baja, a favor en casi todo contigo y, sin embargo, con una humilde grieta por donde se nos cuelen caricias para el alma de cuando en cuando... porque en este mundo también son necesarias.
Namasté.
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