jueves, 24 de septiembre de 2015

Nunca entendí los nacionalismos ni los regionalismos ni los localismos. No entendí ni los del lado de allá ni los del lado de acá. Ahora que las cosas andan como andan en el nordeste de la Península Ibérica, creo que habría que recuperar la vieja idea de hermanarnos definitivamente con Portugal para formar un solo país, un solo estado. Y, alimentando la utopía de José Saramago, soñar que todo él se agrieta por los Pirineos y por la línea de Cataluña y flotamos unos y otros a la deriva, océano abajo, como una isla.

1 comentario:

Juan Ballester dijo...

Estoy de acuerdo contigo en lo de asociarnos a Portugal y crear una federación ibérica, pero voy aún más lejos: ¿y por qué no una Europa de federaciones, una verdadera unión política, económica y social?

Y por otro lado, sobre el tema catalán, lo único que me importa es: 1º que es también mi tierra y 2º que los propios catalanes votaron una constitución y unas condiciones con el resto de regiones españolas. Ahora quieren saltarse la norma porque sí, porque ellos lo deciden.