jueves, 8 de octubre de 2015

A finales de julio quisieron acompañarme nuevos versos de Margarit. Copié fragmentos en una página de mi agenda, a la espera de encontrarles un espacio algo más perdurable. No estaba lejos, no era difícil:
"Ya no me queda más que algún recuerdo
para explicarme que es, en el amor,
donde he ido dejándome la vida".
"Vivir, al fin y al cabo, es buscar un consuelo
a través del dolor de las palabras".
"[...] ¿Desde dónde vino
todo el amor que me enseñó
una manera honesta de hacer versos?"
"Ninguna lógica puede salvar
el abismo que se abre entre decir
te quiero y no decirlo".
"Me fui quedando solo, como aquellos
que no han amado nunca sus errores".
"[...] la verdad,
un destello en un charco de agua sucia".
"París únicamente está en mis ojos.
No volveré a escribirle otro poema".

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