sábado, 15 de abril de 2017

En los canales de televisión local -todos los municipios han patentado el suyo propio- se escenifica de continuo la autocomplacencia pueblerina y el regodeo en un modelo de identidad tergiversado por los culturetas del lugar. Da pasmo ver y escuchar a quienes desean mostrarse y dejarse oír, repetidos en la pantalla de cada vecino, y cualquier manifestación del orgullo de pertenencia se interpreta patético e impostado, irremediablemente ridículo. Lo difícil es asumir la marginalidad, juzgarse ajeno.

1 comentario:

Juan Ballester dijo...

Es verdad. De todas formas estos canales nacen desde ese lugar y para esa misión, no tienen otra, de ahí que por un lado triunfen y por otro repelan.