lunes, 24 de abril de 2017

Reecuentro inesperado con el borrador manuscrito de lo que -supongo- aspiraba a ser un poema a su debido tiempo. Está en una página -con la esquina doblada por arriba- de la agenda que utilicé en 2015, que me he puesto a hojear distraídamente mientras buscaba otra cosa. Ahora, de pronto, ya no sé si la tentativa tiene arreglo, si vale tal como la recupero o si acaso la fui puliendo en otra parte y ya no lo recuerdo. Quede, pues, así, en su eterna y venturosa provisionalidad:
Para todos nosotros
nace el día con sus dones.
Para quien poco espera,
para quien tanto aguarda.
Del último al primero,
dones y días y hombres.

No hay comentarios: