sábado, 24 de junio de 2017

El gran poema -como el gran amor- no aparece cuando se le va a buscar. Se presenta donde quiere y a la hora que quiere, de improviso, y no necesita anunciarse para ser reconocido a primera vista. Y te hiere y te colma con saña desmedida, soberbio y soberano, tiránico. Como el gran amor.

1 comentario:

Sergio Fernández Salvador dijo...

Así es, y el poema pequeño también, porque siempre pensamos que es el gran poema, el gran amor.