miércoles, 18 de octubre de 2017

Últimamente se habla mucho de patrias, esto es, de identidades y de banderitas, de apellidos y de fronteras. Ayer, tal vez sirviéndose de la coyuntura -o no-, una novela del vasco Fernando Aramburu titulada oportunamente Patria -que no he leído, mea culpa, pero de cuyos dones tampoco dudo- fue distinguida con un premio que se satisface con fondos públicos, lo cual, a mi juicio, le otorga un plus de merecimiento. Me acordé entonces de una chorrada -¿alguien aparte de mí se acordará de mis chorradas?- que, a la manera de aforismo antibenemérito, di a imprimir allá por el año 1990, y luego en 1993, en un ilusionadísimo debut literario que titulé Imágenes de archivo, y que transcurrió tan desapercibido como todo lo demás. Decía así:
"Es hora
              de dar
la Patria
              por la Vida".
Y puedo certificar hoy que no me desdigo ni un ápice.

No hay comentarios: