jueves, 30 de noviembre de 2017

Hay un arte subversivo y marginal, y hay un arte aburguesado y complaciente. Los dos se legitiman en la copa del talento, los dos ganan crédito y prestigio en la migaja de tiempo que subliman. Y, más allá del compromiso del artista, a los dos se les ha de exigir lo mismo: autenticidad.

1 comentario:

Juan Ballester dijo...

O sea. que solo hay un Arte